¿Porqué proteger la pintura automotriz?
La pintura automotriz ha ido evolucionando y mejorando tecnológicamente a través de los años. Para los que somos fanáticos de los autos y apasionados por el brillo, hemos visto esta evolución; mejores acabados, alta resistencia, nuevos colores, etc.
Recientemente los fabricantes de autos, aprovechando las mejoras en pintura automotriz, han optado por optimizar el proceso de pintado en sus fábricas. Esto se debe a que en el proceso de ensamblaje de un vehículo la fase de preparación, pintado y curado es altamente demandante. Es por eso que los fabricantes aplican cada vez capas más delgadas de pintura, en busca de hacer más eficiente el ensamblado y maximizando costos,
Nuestro hermoso país está rodeado de volcanes, cuya ceniza ha creado increíbles paisajes y tierras fértiles. Lastimosamente esa misma ceniza es altamente dañina para las personas y para la pintura automotriz. Si pudiésemos ver las partículas de ceniza a través de un microscopio notaríamos que son muy filosas y abrasivas, lo que produce irritación y alergias en los humanos.
Cuando las partículas secas de ceniza que son arrastradas por el viento caen en la pintura de los autos no crean un peligro inmediato (siempre y cuando lo intenten remover en seco). El problema se presenta cuando la ceniza se combina con agua, ya sea el sereno de la noche o lluvias aisladas. Esto crea una reacción química que empieza a “atacar” la pintura.
La mejor manera de proteger la pintura automotriz es algún tipo de protección sintética, algo que brinde una mayor resistencia que una cera natural. Para esto existen selladores a base de polímeros, selladores con base cerámica y la mejor protección de todas, los tratamientos cerámicos, que crean una barrera de sacrificio que protege la pintura original, siendo la capa cerámica que recibe ese ataque inicial.
